El amor es eterno... hasta que se acaba el Wi-Fi
Alfajores, techno berlinés y algo de amor por el camino
Carlos Cobo
9/24/20243 min read
Me temo que estoy algo empalagoso en el día de hoy. Pero creo que te debo una explicación querido lector, si me estás leyendo, te dejo por aquí un poco de palabrería.
Quiero ser yo quien te diga la verdad. Ya sabes lo que dicen, las verdades duelen, aunque me basta si encuentres algo de sentido en ella.
El amor es un caos desde el principio, no tienes ningún tipo de control, el amor es perderse. Lo bueno, es que hay pocas sensaciones más hermosas que aceptar ese caos con las piernas abiertas, y si, soy más de piernas abiertas que de brazos. Uno tiene que saber desde el principio que las cosas pueden salir mal, muy mal, pero no pasa absolutamente nada, no hay que preocuparse. Cuando amas tienes que arriesgarte, no importan las consecuencias, no importa si pierdes el equilibrio, ya lo volverás a encontrar. Si lo que buscas son garantías te recomiendo que te compres un televisor, porque en el amor, no las vas a tener.
Hay algo de brujería en todo este caos, en no saber si vas a estrellarte o a volar. Uno tiene que olvidarse de la palabrería barata que te dicen por las esquinas, ya sabes, el cuentito de que si dura mucho y es estable es todo un exitazo de amor y si no dura, es un fracaso.
Solo encuentro una manera de medir el amor y esa es, sin duda, la de cómo te hace sentir.
Me he perdido muchas veces, he dejado de lado todas las preguntas, las dudas y los miedos que me impedían entregarme. Y si, el amor alberga dolor, pero ¿qué no duele en la vida? Todo lo que vale la pena trae entre sus brazos algún tipo de sufrimiento, y amar no iba a ser menos. El dolor es parte del proceso.
El niño nace sin miedos y lamentablemente cuando crece está repleto de ellos. Miedo al rechazo, a la traición, a la pérdida. Nos han enseñado que tenemos que protegernos, que no podemos mostrarnos vulnerables. Pero ahí es donde se empieza a perder la esencia del amor. Amar es precisamente ser vulnerable, abrirte en canal y gritar:¨Esto es lo que soy, con todo lo bueno y lo malo, tu decides si entrar ¨
Perderse en el amor trata simplemente de vivir en cada instante. Porque, en el fondo, el amor es eso, una serie de momentos. Momentos que pueden ser efímeros o durar toda una vida, pero recuerda, no importa la duración, importa como te hace sentir .
He aprendido de las mujeres que me han amado, que en el amor, es mejor entregarse por completo, aunque después te quedes con el corazón roto, que pasar la vida sin haberte atrevido a sentir de verdad.
Uno descubre que hay algo más allá cuando empieza amar. Empiezan los enfrentamientos con los miedos, las inseguridades, con todo aquello que normalmente escondes. Te muestra tus limitaciones, pero también te da la oportunidad de superarlas. Es un proceso de descubrimiento mutuo y personal.
El verdadero valor del amor está en lo que te enseña, en cómo te hace evolucionar como persona. No es un estado estático ni una meta que alcances y ya está. Es un viaje, un camino que recorres sin saber exactamente adónde te llevará. Dejarse llevar por el amor no significa renunciar a ti mismo. No se trata de perder tu identidad o depender de alguien más para ser feliz. Al contrario, amar de forma completa y profunda requiere que primero te ames a ti mismo. Si no tienes claro quién eres, si no estás en paz contigo mismo, es imposible perderse en el amor de otra persona sin perderte a ti mismo en el proceso. El amor es una danza. A veces te lleva a la euforia, otras al dolor. A veces bailas solo, a veces acompañado, pero lo importante es no temer al ritmo. Si te atreves a bailar sin preocuparte por si te pisarán los pies, descubrirás que el amor, con todo su caos y su belleza, vale cada paso en falso, cada caída.
No pienses en si durará o no, en si terminarás herida o no. Simplemente, piérdete y disfruta.
Un saludo, Carlos Cobo